Costa Rica es un país bendecido con una increíble belleza natural, desde exuberantes selvas tropicales hasta impresionantes costas. Sin embargo, esta belleza conlleva la responsabilidad de estar preparados, ya que nuestro hogar es también un lugar de gran actividad sísmica. Por ello, en [Nombre de la escuela] estamos orgullosos de anunciar nuestra participación en el 7º Simulacro Nacional (7° Simulacro Nacional), una iniciativa convocada por la CNE (Comisión Nacional de Emergencias). Nuestro compromiso con este simulacro nacional es más que un mero requisito; es un reflejo de nuestra creencia fundamental en educación transformadora que prepara a nuestros alumnos para todos los aspectos de la vida.

Este simulacro es un poderoso recordatorio de que la preparación no tiene que ver con el miedo, sino con la fe y la administración. Estamos llamados a ser sabios administradores de las vidas y los recursos que Dios nos ha confiado. Aunque el simulacro se centra en sucesos sísmicos, el completo plan de emergencia de nuestro colegio se extiende a diversas situaciones, como incendios, rayos intensos y cenizas volcánicas. Creemos que practicando estos protocolos, no sólo protegemos a nuestra comunidad, sino que también inculcamos a nuestros alumnos habilidades vitales de valor incalculable, una verdadera forma de educación para la vida.


Cultivar una cultura de preparación en la escuela y en casa

Nuestra participación en el 7º Simulacro Nacional es una forma práctica de reforzar las lecciones que enseñamos cada día. El desarrollo y la práctica continua de un plan de emergencia garantizan que todos los miembros de nuestra comunidad escolar -desde nuestros alumnos más jóvenes hasta nuestro entregado profesorado- sepan exactamente qué hacer en caso de crisis.

Hemos observado de primera mano cómo esta aplicación práctica de los conocimientos transforma la comprensión y la respuesta de un niño. Cuando practicamos un protocolo, éste pasa de ser un simple conjunto de instrucciones a convertirse en un hábito interiorizado que salva vidas. Nuestros alumnos aprenden a reaccionar con calma y determinación, lo cual es un componente clave de nuestra misión de proporcionar una educación holística basada en valores.

Les animamos a que, como padres, extiendan esta cultura de preparación a su propio hogar. He aquí algunas formas sencillas de empezar:

  • Establezca rutas claras: Recorra su casa con su familia e identifique zonas seguras alejadas de ventanas y muebles pesados.
  • Identifique los contactos de emergencia: Asegúrese de que todos, incluidos sus hijos, conocen los números de emergencia más importantes y saben cómo pedir ayuda.
  • Practica tu dirección: Enseñe a su familia a dar con claridad y precisión la dirección de su casa a los servicios de emergencia.

Educación transformadora en acción: Más allá de lo académico

En MCS creemos que educación transformadora significa dotar a los niños no sólo de conocimientos académicos, sino también de las habilidades y el carácter necesarios para afrontar los retos de la vida. Nuestra formación en preparación para emergencias es un ejemplo perfecto de esta filosofía en acción. Enseña a los alumnos la responsabilidad, el trabajo en equipo y un enfoque sereno y racional de la resolución de problemas, aptitudes que les servirán mucho más allá de las aulas.

Nos comprometemos a educación para la vidaPor eso, nuestro plan de estudios y nuestras actividades están diseñados para fomentar la resiliencia e inculcar valores cristianos a nuestros alumnos. Creemos que una base sólida de fe y conocimientos prácticos permite a nuestros alumnos afrontar el futuro con confianza y gracia, independientemente de lo que les depare.

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